Resumen de la proyecta:
Después de la tormenta tropical “Stan” en el Octubre de 2005, nadie había visto tanta destrucción en Guatemala. La tormenta arruinó la vida de miles de personas con las inundaciones y los derrumbamientos de tierras y barros. La organización de Los Médicos Sin Fronteras hizo las evaluaciones de necesitados. Las condiciones de la vida estaban horribles, con aislamiento geográfico en el país. La organización hizo las misiones exploratorias en las regiones de Chinquimulilla, Jutiapa, San Marcos, y Tacana. Según las estadísticas oficiales, había 15,000 víctimas en la región de Chinquimulilla, incluyendo 10 millas, 42 pueblos, y 9 centros de salud. Tres pueblos, La Bomba, Las Pozas, y La Rubia, estaban aislados y destruidos con las inundaciones, y la organización vio sólo barro en la tierra. Las personas viajaron al otro lado de los campos porque las calles tuvieron 10 pulgadas de agua. La organización distribuyó primeros auxilios, provisiones médicas, las frazadas, el agua para beber, y el equipo para el tratamiento al cloro de agua. También, la organización verifiqué las provisiones de los medicamentos, la calidad de cuidado en los centros de salud, el acceso al agua, y el alcance de la destrucción en las habitaciones. La organización decidió intervenir en la región de Chinquimulilla porque las condiciones estaban muy duras. Después, la organización se ocupó del agua contaminada, las reparas de los pueblos y centros de salud, y suministraba instrumentos y los equipos de supervivencia a las familias que perdieron todo. La organización preparó para casos posibles de la hepatitis A, Dengue, y la malaria con un sistema de supervisor y tratamiento. Los médicos trataron los pacientes con la diarrea y las infecciones de respiratorio y piel. También, la organización suministró la comida a las populaciones aisladas. El comité de emergencia suministró las raciones gratis de comida, pero solamente duraron de tres días y no garantizaron el acceso igual. Las inundaciones también destruyeron las cosechas agrícolas, y como consecuencia, las personas no tuvieron la comida ni los ingresos. Las personas en Guatemala no estaban pensando sobre la futura, solamente el presente y supervivencia. Las condiciones estaban muy difíciles antes de la tormenta, y tanto difícil después de la tormenta. Los pueblos serían dependientes en asistencia por mucho tiempo.
Mi respuesta:
La tormenta en Guatemala arruinó la vida de muchas personas. En un país que es pobre, la destrucción complemente cambió la perspectiva sobre la vida. Las personas en los pueblos tuvieron que gastar tiempo preocupante con el dinero, la comida, y la supervivencia en general. En Los Estados Unidos, a veces nos preocupamos de la futura; donde iremos a una universidad, donde trabajaremos, cuando encontraremos nuestro amor verdadero, cuántos hijos tendremos, y también las cosas simples como que ropa llevaremos mañana. Pero, este proyecto en Guatemala saca a colación la idea que a veces necesitamos pensar sobre la presente y vivir con la comprensión que mañana no es una garantía. En cualquier momento, sus vidas pueden cambiar y ser tomado de nuestro control. La destrucción y la vida en Guatemala me recuerdan que tenemos la suerte de vivir en un país donde las cosas importantes, como la comida, una cama, y los zapatos, parecen tanto pequeño. Cada persona puede vivir sin problemas y sin ansia, pero los cuentos como Guatemala dan avisos que tenemos suerte y vivimos en un mundo de ensueño en comparación a los otros lados.
Las fotografías son de "Google" y el cuento sobre la tormenta es de este URL:
http://www.doctorswithoutborders.org/news/article.cfm?id=1617